Nota: Esta es una continuación del artículo anterior titulado “Qué es el Sistema Familiar Interno”, el cual te invito a leer para comprender mejor este nuevo.
Aquí profundizaremos en las partes que pertenecen al sistema de protección.
Antes de conocer estas partes individualmente, vamos a examinar la teoría detrás del "pensamiento sistémico".
El pensamiento sistémico es un método en el que no estudiamos cada parte individualmente, sino que examinamos cómo cada parte interactúa con las otras y cómo su entorno influye en ella.
Este enfoque fue introducido en el campo de la psicoterapia en la década de las 70 gracias al surgimiento de la terapia familiar.
En IFS, nuestro enfoque está en analizar los patrones de relación entre las partes y su impacto en el sistema y los individuos, en lugar de solo las características de cada parte.
DIRECTIVO
La primera categoría de partes con las que habitualmente interactuamos pertenecen al sistema de protección y se denominan Directivo. Su función principal es la de mantener desactivado el dolor del Exiliado, estando en control de sus vínculos y situaciones.
Los Directivos son las partes que ayudan a las personas a funcionar en su vida diaria y a adaptarse a su entorno.
Uno de sus rasgos clave es que son socialmente aceptables y adoptan las creencias, valores y prejuicios de la sociedad para ser reconocidos por los demás.
Al mismo tiempo cargan con la responsabilidad de apadrinar al Exiliado controlando la situación.
Dos de las voces subyacentes que caracterizan a los Directivos son la autocrítica y el perfeccionismo: la esperanza es que siendo perfectos y aceptados por los demás no se active ningún sentimiento desagradable.
Es fundamental entender que diferentes tipos de Directivos aparecen en diferentes situaciones
.
Puede haber un Directivo que se esfuerza por lograr una carrera, el éxito o la riqueza, y al estar en una posición de poder puede ser que se distraiga y compense de esta forma sentimientos incómodos como la vergüenza, el miedo, la tristeza y la desesperación.
Podemos encontrarnos con un Director que hace lo contrario, volviendo a la persona pasiva y apática, sin arriesgarse a expresarse para no correr ningún riesgo de fracaso.
Pueden usar la preocupación y la ansiedad como mecanismo para anticipar los problemas y estar preparados cuando algo llegue, pero esto no los llevará a una vida plena; por otro lado, podrían minimizar los problemas para evitar el estrés, pero la desventaja es que el problema podría empeorar en el largo plazo.
Otro tipo de Directivos, tienden a ejercer control sobre las relaciones interpersonales de diversas maneras. Algunos optan por mantener la distancia y parecer fríos, mientras que otros priorizan complacer a los demás y reprimir sus propias necesidades; esto impide que tengan una conexión más profunda e íntima.
Diferentes Directivos en diferentes áreas de la vida actúan de manera diferente, pero todos comparten un objetivo común: mantener alejado el sentimiento vulnerable del Exiliado.
BOMBEROS
Como ya hemos visto, los Directivos se enfocan en mantener a la persona en control en todo momento y complacer a todos protegiendo el sistema de cualquier vulnerabilidad.
Los Bomberos en cambio, reaccionan rápidamente cuando, a pesar del trabajo del Directivo, esta vulnerabilidad se activa o es amenazada.
Así como el Bombero en la vida real desactiva el fuego y rescata gente, este tipo de protector reacciona cuando se activa el dolor del Exiliado, y su trabajo es desactivar esta activación.
Los Bomberos están decididos a proteger el sistema a cualquier precio y tienden a actuar de forma impulsiva y reactiva. Aunque su objetivo es el mismo que el de los directivos, sus métodos a menudo entran en conflicto con los de estos, y otras partes del sistema no aprecian su función protectora.
Los Directivos son socialmente aceptados, pero los Bomberos no lo son en muchas situaciones por la forma en que intentan proteger el sistema. Lo hacen a cualquier precio, sin considerar el impacto negativo en las personas que los rodean o en su salud.
Su determinación a proteger al Exiliado los tiende a ser reactivos, impulsivos e irreflexivos.
Las principales estrategias que se utilizan son: luchar, volar y congelar.
Los Bomberos pueden congelar a las personas disociándolas y adormeciéndola para que no sientan mediante el uso de sustancias, actividades o distracciones; ejemplos de ello pueden ser las drogas, el sexo, el uso irresponsable de las redes sociales, la comida o cualquier actividad que nos ayude a desconectar.
En una relación, los Bomberos pueden hacer que la persona sea muy agresiva cuando se siente apegada, o pueden adoptar una postura extrema para aislar a la persona de esa relación.
La terapia tradicional considera patológico el comportamiento de los Bomberos; IFS, en cambio, ve la intención de proteger algo y busca negociar con ellos. En definitiva, el objetivo final siempre es reconectarse con el Self para que pueda ayudar con los problemas del Exiliado.
Un ejemplo extremo de un Bombero es el suicidio: el dolor de la persona es tan insoportable que la única opción que tiene es quitarse la vida.
Aquí también podemos encontrar diferentes tipos de Bomberos que utilizan diferentes tipos de estrategias.
EJEMPLO DE INTERACCIÓN
Directivos y Bomberos tienen un objetivo en común: proteger al Exiliado.
Por ejemplo, en una relación interpersonal, podemos tener un Directivo que complace al otro para ser aceptado, pero si no es suficiente y comienza a sentirse rechazado, un Bombero podría intervenir y tomar distancia en esta relación.
Hay algunas personas cuyo sistema está dominado por Directivos, mientras que en otras personas dominan los Bomberos, por ejemplo quienes tienen problemas de adicción o no pueden gestionar su ira.
Cuando nos embarcamos en el viaje del trabajo interior, es fundamental ser respetuosos y agradecidos por el trabajo realizado por nuestras partes protectoras.
Estos sistemas se desarrollaron cuando éramos pequeños, por lo tanto, no tenían la función cognitiva para entender que estaba bien y que no.
Aunque puedan exhibir un comportamiento disfuncional, sería contraproducente culpar a esta parte por su trabajo, ya que podría conducir a una mayor agitación interna.
En cambio, debemos recordar y reconocer que sus esfuerzos nos han permitido sobrevivir hasta ahora.